Nos encanta ir a hacer la música de una boda a la Capilla de Guadalmina en Marbella. Es un sitio muy pequeño y sencillo, y ahí radica el encanto del lugar. Siempre resulta una ceremonia diferente y llena de encanto como en la boda que hicimos ayer.

De carácter internacional, Beatriz puso el sabor español y Pietro el italiano, y fue por esto que los dos idiomas se escucharon casi por igual durante el transcurso de la ceremonia.

Nosotros por nuestra parte fuimos con una formación pequeña, adecuada a las dimensiones de la iglesia (violín, soprano y órgano) y añadimos por petición de los novios un tema nueva a nuestro repertorio: Amazing Grace, un canto muy famoso en el mundo anglosajón.

Una tarde larga pero memorable. Enhorabuena!