Nos comentan unos novios que en una de las iglesias más famosas de Málaga les han limitado las piezas musicales de la ceremonia religiosa, de tal modo que tienen que elegir una de entre dos opciones por cada momento de la liturgia.
Se veía venir, y ya veníamos advirtiendo de esta problemática, puesto que a veces se quiere abusar de piezas de ópera, bandas sonoras o ligera y popular. Aunque alguna música nos pueda gustar muchísimo y ser maravillosa, no hay que olvidar que una boda religiosa sigue siendo una ceremonia sacra, por lo que hay que tratar de ceñirse lo máximo posible a los cánones que nos manda la tradición y la liturgia, y sobretodo: dejarse aconsejar por profesionales que conozcan las posibilidades de cada momento y estar en buena sintonía con el sacerdote.
Estamos a vuestra disposición para cualquier duda que se os pueda plantear en este sentido, y por favor… no lleguemos a extremos innecesarios!